​La Federación Española de Justicia Restaurativa surge como necesidad de coordinar diversas iniciativas en materia de mediación penal y penitenciaria, caracterizadas por el rigor técnico, la profesionalidad, la conexión con el tejido social y la apuesta por los valores restaurativos.

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​El valor añadido de nuestra Federación es su íntima conexión con la Justicia Restaurativa, que impide una visión funcional de la mediación, y el componente comunitario de la misma. Por eso, acentuamos valores sociales y propiciamos un modelo de justicia no sólo más comprensible y accesible para el ciudadano, sino también en el que la ciudadanía se sienta más protagonista y comprometida con la administración de Justicia.  No en vano, lograremos una sociedad más justa no sólo en la medida en que las instituciones lo sean sino también en tanto que los ciudadanos así lo experimenten. Las fórmulas restaurativas que llevamos bastantes años practicando avalan lo uno y lo otro.

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​Tras un fecundo recorrido de varios años, las entidades que forman parte de la Federación hemos logrado consolidar múltiples proyectos-piloto de Justicia Restaurativa.

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Hemos contribuido a construir un marco regulador, hemos articulado mecanismos de resolución de conflictos en materia penal con acuerdos con la Fiscalía, distintos Tribunales Superiores de Justicia, algunos Ayuntamientos, como el de Madrid, y la Secretaría General de Asuntos Penitenciarios, contando siempre con el apoyo impagable de Consejo General del Poder Judicial que es el que, a través de su servicio de Planificación, en los últimos tiempos ha desarrollado y consolidado el modelo.

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Igualmente, en otro orden, miembros de las entidades federadas han venido participando en sucesivas redacciones de anteproyectos de Ley de mediación y hemos participado en múltiples estudios y proyectos I+D universitarias (Universidad Pontificia Comillas, Universidad Complutense…). Son también numerosas las publicaciones propias y ajenas en las que hemos participado tratando de poner en valor la mediación penal y penitenciaria como mecanismo solvente para coadyuvar a la justicia y a la paz social.

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Nuestros fines son:

• Promover la Justicia Restaurativa en nuestro país entendiendo por tal, aquella que considera que el delito es principalmente un conflicto entre individuos cuyo resultado es un daño en la víctima, en la comunidad y en los propios infractores. El proceso penal debería tender a la reconciliación de las partes implicadas por medio de la reparación de todas las heridas causadas por el delito. Más aún, el proceso penal debería facilitar la participación activa de las víctimas, de los infractores y de las comunidades.

• Promover en el desarrollo de la Justicia Restaurativa, la implicación de la comunidad en la resolución de los conflictos, la generación de tejido social solidario, el protagonismo de las personas confrontadas en el conflicto delictual, el valor pedagógico y de fortalecimiento de la ciudadanía que tiene esta Justicia y la sensibilización y corresponsabilidad de la sociedad en la concienciación del delito como conflicto social.

• Promover la cultura de la mediación y otras formas de resolución alternativa de conflictos en los entornos penales, penitenciarios y comunitarios.

• Facilitar el acceso a la cultura de paz y noviolencia a la ciudadanía.

• Establecer en nuestras ciudades mecanismos de mediación penal.

• Establecer en nuestras prisiones mecanismos de mediación penitenciaria, gestión pacífica de conflictos, y nuevos modelos de convivencia penitenciaria basados en gestión alternativa de conflictos.

• Desarrollar nuevos modelo de convivencia comunitaria.

• Trabajar en los entornos escolares, como colectivo específico de prevención, los planes de convivencia como herramienta de tal prevención